sábado, 2 de febrero de 2013

HOMENAJE A FACUNDO CABRAL







Viajero impenitente
maestro de la vida y el canto
recorría el mundo
     sin más equipaje que su guitarra y su talento
había hecho del vagar de una ciudad a otra
     su única frontera
su casa era el planeta y su jardín
     los escenarios de la Tierra.

Hablar con él
era lo mismo que verlo desde un palco:
había hecho de la conversación
una de las bellas artes.

Sobreviviente de sí mismo
asolado por la muerte
que tantas veces lo tuvo aferrado en un puño
ella -sin darle más tregua-
lo arrebató de este mundo
convirtiéndolo en mártir de la violencia
cuyas balas no sabían de su amor y valentía.

De a ratos -cuando estas lágrimas
de indignación y pena
dejan de nublarme la vista-
de a ratos -plenos de silencio y alta escucha-
yo sigo conversando con Facundo
y me invita -una vez más- a desayunar con él
a quien conocí por uno de esos misterios de la vida
y siempre acaba con las mismas palabras:
"Como ya no tengo casa, este hotel es mi casa
y mis amigos no pagan en ella".

En algún hotel de un remoto mundo
me seguirás esperando ¡amigo del alma!

¿Cuándo vendrás a la mía, Facundo entrañable,
que el desayuno se enfría?


                                             RAFAEL ROLDÁN AUZQUI
                                           
                                           Córdoba, 9 de julio de 2011 

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Estimado Rafael:
    Gracias por compartir tus escritos, los cuales me resultan interesantes; y dejo aquí el comentario porque me agradó especialmente este poema.
    Felicitaciones por el blog.
    Un saludo cordial y mis deseos que estés muy bien
    Analía

    ResponderEliminar
  3. Rafael

    le has honrado con esa virtud del alma que te permitirá recordarlo siempre , por lo hecho , por lo dicho, por su lírica y sus conversaciones.

    hermoso poema que lo acerca y lo deja a disposición piel a piel , no se ha ido.

    saludos, un abrazo
    Marisa

    ResponderEliminar